Una de las firmas más populares en el mundo dedicadas al cuidado capilar es Wella. Y es que, ¿quién no ha probado las virtudes de sus tratamientos?
Esta exitosa firma nació en Alemania a principios del siglo XX, gracias a la audacia y creatividad del joven peluquero alemán Franz Ströher. Inicialmente comenzó como una manufactura de tejidos para la elaboración de pelucas, cuando a finales del siglo XIX y principios del XX su uso marcaba la moda.
En el año 1924 la marca Wella fue registrada y patentada, el nombre se debe a la terminología Welle que en alemán significa onda. Su primer producto estrella fue el TulleMoid Waterproof, un tratamiento novedoso e impermeable que permitía a la peluca una excelente fijación y a su vez permitía que el cuero cabelludo respirara. Convirtiéndose en el producto más vendido y solicitado de la época.
Sin embargo para 1927 ya la moda de pelucas estaba pasando a segundo plano, no obstante los hijos de Franz (Karl y Georg) se unieron al negocio familiar y desarrollaron productos y técnicas que generaban ondas permanentes. Es así como nace la moda de la permanente, un elegante estilo de cabello corto y adorables rizos que definió la década de los años 30.
Esta década fue bastante importante para Wella, puesto que se estrena otra gran invención (Wella Junior), el primer aparato para permanentes, que estaba presente en todos los salones de belleza más importantes del país. Junto a Wella Junior, se comenzaron a comercializar fórmulas específicas para el cuidado capilar que en poco tiempo lograron fama. Además, la marca se expandió hacia otros territorios como Europa y América, especialmente Estado Unidos.
Para la década de los años 50, la firma alemana ya contaba con la gama Koleston Perfect, una crema colorante que teñía el cabello y lo nutría en un solo paso. También surgieron los productos Accord, Wella Form y Lifetex Concentrate. El negocio se extiende a Sudáfrica, Australia y Brasil. Asimismo, se crea la empresa de equipos eléctricos de peluquería Wellonda.
Más adelante, Wella seduce el mercado con Wella Privat una fascinante gama de productos profesionales únicamente disponibles en peluquería, pero que podían ser aplicados en casa. También, se estrena el el tratamiento Perform que lograba complejos estilos afro de manera fácil. Igualmente, surgieron las líneas System Professional, Wella Balsam y la tan anhelada gama Wella For Men.
Ya para finales del siglo XX se incorpora un nuevo activo reparador (queratina), y junto a ella llega la internalización a mayor escala. El nuevo milenio inicia de la mano de Procter & Gamble, una de las principales empresas de consumo masivo, en la que renace Wella Professionals con una nueva imagen, misión y visión de futuro.
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