Tampón vs. copa menstrual

Los tampones y la copa menstrual son dos de los métodos actuales más utilizados en la higiene femenina. Ambas soluciones sirven para ayudar a las mujeres a lidiar con los días de sangrado, pero lo cierto es que, aunque ambos se utilizan con el mismo fin, son en realidad productos muy distintos.

En los últimos años, la copa menstrual ha luchado con algunos tabús para acabar revolucionando el mercado al presentarse como una alternativa más higiénica, económica y ecológica, aunque todavía son muchas las mujeres que no se han animado a probarla.

Principales diferencias

• La copa menstrual está hecha de silicona de grado médico, un material hipoalergénico diseñado para usarse de forma segura durante largos períodos de tiempo. Es respetuosa con el pH y disminuye la posibilidad de contraer infecciones al ser resistente al crecimiento bacteriano. Los tampones se fabrican con algodón y rayón, materiales que absorben la sangre y también el flujo vaginal. La sequedad por el uso continuado de tampones puede desajustar el pH, favoreciendo la aparición de infecciones, especialmente en los últimos días de periodo, cuando hay menos flujo menstrual.
• La copa menstrual puede permanecer hasta 12 horas en el interior de la vagina, mientras que el tampón no debería usarse más de 4 o 6 horas.
• Los tampones son desechables. La mayoría de mujeres están muy habituadas a ellos, resultan cómodos gracias a los distintos aplicadores de plástico que facilitan su inserción. Pero debemos tener en cuenta que estos no se reciclan y generan mensualmente toneladas de basura a nivel mundial.
• La copa menstrual es eco-friendly, un método reutilizable que debes lavar después de cada uso y esterilizar después de cada periodo. Su colocación es más compleja e introducirla correctamente precisa de práctica. Al principio, lo ideal es usar un poco de lubricante y realizar varios intentos hasta sentirse totalmente cómoda.
• La copa menstrual recoge hasta cinco veces más cantidad de sangre que la absorbida por un tampón.
• La copa menstrual es un método menos práctico si necesitas cambiarte en un baño público. Extraer la copa y tener que lavarla lleva más tiempo que sustituir un tampón por otro, pero al ser un método de larga duración, la probabilidad de tener que cambiarte fuera de casa es menor.
• La copa menstrual es una alternativa más económica. La caja de tampones es barata, pero el coste anual supone al menos 30 euros. En cambio, la copa menstrual tiene un coste inicial de unos 20 € aproximadamente, pero su durabilidad se alarga hasta los 10 años.
• Los tampones contienen tóxicos que al mezclarse con la sangre producen el mal olor. Con la copa descubrirás que la sangre es inodora y no es un proceso asqueroso extraerla y limpiarla.