Muchos creen que los perfumes y cosméticos no tienen fecha de caducidad. Esto es del todo incierto. La mayoría de productos de perfumería tienen una duración de un año. Ya que sus esencias se vuelven muy pesadas y acaban por oxidarse. Las fragancias cambian aunque permanezcan cerradas.
Hace unos años los fabricantes de cosméticos llegaron a un consenso y decidieron insertar un logotipo común en todos los productos de higiene personal, perfumes… Se trata de dos cilindros que simulan un frasco de crema abierto con los caracteres de 12M o 6M. Donde “M” representa “meses” y la cifra equivale al tiempo que puede permanecer abierto el producto, una vez lo abres por primera vez.
Las cremas faciales duran entre 6 y 12 meses. Por lo general duran más las que se aplican directamente que no las que necesitan ser aplicadas con los dedos o alguna espátula.
Los maquillajes caducan al cabo de un año. Para que nos rindan al máximo es necesario mantener limpias las esponjillas o espátulas de aplicación.
Las cremas solares y autobronceadores caducan a los 6 ó 12 meses, dependiendo del filtro de protección. Un factor de protección 50 caduca antes que uno de 10. En cuanto a los autobronceadores al entrar en contacto con el aire la molécula encargada de la coloración, la dihidroxiacetona (DHA), oxida la crema.
Las máscaras de pestañas y los contornos de ojos: entre 6 y 12 meses. Sus conservantes son menos agresivos que el maquillaje ya que la zona de aplicación es más sensible. Sin embargo, las barras de labios, en su mayoría, no tienen fecha de caducidad.
Los limpiadores y los tónicos faciales caducan en 6 y 12 meses. En el caso de los tónicos con alcohol su duración puede ser mayor porque actúa como conservante.
Las líneas de baño duran entre un año y un año y medio. Los desodorantes no aguantan más de un año. Solemos terminarlos antes. Pero aún así es bueno saberlo. Y da igual que sea en formato stick, roll on o spray.
¡Recuerda! Para que los perfumes se conserven durante más tiempo, guarda las fragancias en un lugar fresco y oscuro, protegido de los rayos del sol.
¡Y ni se te ocurra ponerlo en el frigorífico! Acabarán por adquirir los olores de los alimentos. Cuando un perfume se acabe deja el frasco en el armario o en los cajones de la ropa. Siempre quedan algunas gotitas que dejan ligero aroma de tus perfumes más preciados.