Comenzaron de forma discreta, pero, poco a poco, han sido numerosas las marcas que se han ido sumando a la creación de las mascarillas tissue. También conocidas como “mascarillas de efecto segunda piel”, estos tratamientos faciales son el paso más relajante de la rutina de belleza y no hay persona que no caiga rendida ante ellas.
Las mascarillas tissue llegaron a nuestras vidas, no solo como un paso más en nuestro ritual de belleza; sino también como un momento de relax y desconexión y, ¿por qué no? ¡También divertido!
Sus fórmulas cuentan con múltiples beneficios. A día de hoy se puede encontrar una gran variedad. Las hay con muchas funciones (nutritivas, equilibrantes, calmantes, antiedad…) y para todo tipo de pieles.
Su secreto es que cuentan con un potente efecto, vienen impregnadas con una gran cantidad de producto y prometen resultados inmediatos.
El formato en el que están creadas permite que los principios activos de los que disponen penetren y actúen de forma efectiva sobre la piel.
Suelen estar fabricadas en biocelulosa o algodón, se adhieren al rostro con facilidad gracias a que son flexibles y cuentan con un uso muy sencillo. Normalmente, es recomendable utilizarlas una vez por semana. Tan solo tendrás que extraer la mascarilla del sobre, desplegarla, aplicarla sobre el rostro, relajarte y retirarla pasados 10-20 minutos.
En definitiva, ¡son TODO lo que necesitas para proporcionar a tu tez una explosión de propiedades!