Para lucir un rostro sano y libre de impurezas, no te saltes el primer paso y el más importante de la rutina Skincare, la limpieza. Es un error pensar que, si no te maquillas, podemos saltarnos este paso, porque la limpieza de rostro no solo incluye el desmaquillado. Durante el día, la piel acumula suciedad, que no es visible a simple vista y aunque no te maquilles, este paso no debes saltártelo nunca. La limpieza es superimportante, porque nos ayuda a eliminar cualquier resto de suciedad o contaminación del rostro, que puede acumularse en nuestros poros, provocando imperfecciones, granos, espinillas o puntos negros.
Seguro que habrás escuchado hablar muchas veces del concepto doble limpieza, como su nombre indica, esta consiste en limpiar dos veces el rostro. La primera retirando bien cualquier resto de maquillaje y la segunda asegurándonos de que los poros, quedan totalmente limpios.
Existen multitud de productos y formatos que podemos utilizar en la limpieza facial. A continuación, te explicamos brevemente para qué sirve cada uno y cómo debes usarlos.