Tipo 1: Ondulado/rizado
El cabello rizado tiene forma de S o de espiral. Normalmente, este tipo de fibras capilares son finas y los productos pesados las pueden apelmazar. Al tratarse de una forma más suelta, los aceites pueden viajar sin problema a lo largo del cabello, por lo que solo necesitan un poco de hidratación y nutrición adicionales. Un acondicionador ultraligero puede ayudar a reducir el encrespamiento indeseado y definir mejor los mechones. Para este tipo de rizo recomendamos peinar el cabello con poco calor y seguir una buena rutina de cuidados para definir la forma natural del rizo y evitar daños en las puntas.
Tipo 2: Muy rizado
El cabello muy rizado puede estar formado por rizos más sueltos o más compactos, y suele presentar un patrón flexible en el que los mechones crean giros casi cerrados sobre sí mismos. La fibra es más frágil y porosa. Recomendamos desenredar el cabello con un peine de púas anchas en lugar de con un cepillo para no romper el patrón del rizo. Además, es recomendable usar fundas de almohada o gorros de seda para dormir, así como enroscar el cabello y asegurarlo con horquillas.
Tipo 3: Afro
El cabello afro puede tener forma de tirabuzón o de zigzag. Este tipo de rizo es muy denso en la zona del cuero cabelludo y más suelto hacia las puntas. Ya sea suave y fino o grueso y áspero, el pelo afro está formado por fibras capilares estrechas y frágiles con tendencia a la sequedad. Los aceites naturales apenas pueden descender hacia las puntas, por lo que este tipo de cabello necesita una dosis muy alta de nutrición, fuerza y definición que se puede conseguir a base de la superposición de productos y la aplicación de aceites de tratamiento intensos durante la noche.