Olympéa

Los perfumistas de Paco Rabanne lanzaron en 2015  Olympéa un perfume que representa una mujer tremendamente atractiva, bella por dentro y por fuera, con un poder de seducción innato. Esta fragancia está describiendo a una semidiosa. Una mujer fascinante, capaz de seducir a hombres y dioses con su paso, creando en ellos un efecto embriagador. Muchos son los perfumes que se reinventan en verano con fragancias más frescas, acuáticas y ligeras. Es la época del año en la que preferimos ese tipo de aromas menos pesados.

Olympéa está inspirada en los baños que se toman los jugadores olímpicos tras sus victorias, representa esa vitalidad y frescor, además del espíritu ganador que caracteriza a esta línea de perfumes.

Su apertura cítrica y fresca está protagonizada por mandarina verde, jazmín de agua y flor de jengibre, que se posan en nuestra piel para abrir paso a una sensación única y totalmente novedosa: vainilla y sal. Sí, dos notas totalmente opuestas, que juntas forman un tándem perfecto: una deliciosa sensación de atracción por parte del público masculino. Finalmente, el perfume se asienta sobre la madera de cachemir, proporcionándole un aroma ligeramente atalcado.

Su frasco es un talismán muy valioso. Simboliza la feminidad y la satisfacción, gracias a sus formas curvas, al color rosáceo del líquido interior y a las hojas de laurel talladas sobre él.