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Más que una fragancia, Lancôme ha hecho todo un manifiesto sobre la auténtica felicidad.
En un mundo dominado por las ataduras y los convencionalismos, Lancôme propone a la mujer romper con ello y liberarse para poder alcanzar la felicidad. La felicidad está en la libertad de elegir nuestro propio camino, nuestra propia felicidad.
Han sido necesarios 3 años de trabajo y 5521 versiones para que los tres maestros perfumistas Olivier Polge, Dominique Ropion y Anne Flipo dieran con la fórmula perfecta.
La vie est belle es una afirmación rotunda pero simple, como la vida misma. Por eso, la composición de este perfume se basa en la simplicidad. La vie est belle está compuesto únicamente por 63 ingredientes (parecen muchos, pero en realidad son pocos en comparación con otras fragancias), de las cuales casi la mitad son naturales. Materias primas más preciadas de la perfumería en perfecto equilibrio:
– La Iris Pallida de Florencia: uno de los ingredientes más preciosos y escasos de la perfumería, es la base de este perfume, extendiéndose desde el corazón hasta la última nota, aportando un carácter elegante y seductor a la fragancia.
– La Flor de Azahar de Túnez y el Jazmín Sambac: la luz y la feminidad.
– Vainilla, Haba Tonka, Praliné, Grosella y Pera: la faceta apetitosa y dulce. La sonrisa. La dulce inocencia.
– Esencia de Pachulí Indonesio: en su esencia más pura, “el corazón”, añadiendo profundidad y fuerza.
Este perfume es tan especial que hasta su frasco tiene nombre propio: «Le Sourire de Cristal» (la sonrisa de cristal), un diseño creado por Georges Delhomme en 1949 para perfumes Lancôme. Ahora, 63 años después, ese diseño ha sido rescatado y adaptado para La vie est belle.
El recipiente simboliza el aura de la mujer. La curva del cristal recuerda a una sonrisa y, en su cuello, un foulard de organza gris simboliza las alas de la libertad. Feminidad y felicidad en un frasco.
Y, ¿quién mejor para encarnar la felicidad que la sonrisa más carismática del cine?
Julia Roberts, imagen de otros productos de la firma, ha sido la elegida como embajadora de este perfume.
Por la feminidad que desprende, por la libertad con la que ha llevado siempre su carrera y por esa sonrisa, amplia, contagiosa, luminosa y sincera.
El anuncio ha sido dirigido por Tarsem Singh, que ha conseguido crear una atmósfera de pureza visual, jugando con luces y sombras, con la simbología de los contrastes al servicio de la filosofía de la fragancia.
La vie est belle: más que un perfume, una visión de la vida.
Rompe con los convencionalismos y las ataduras y disfruta de la libertad elegir tu propia felicidad. Te lo dice Lancôme y en Perfumes Club nos unimos a esta declaración.