La piel y el rostro van cambiado con el paso de los años. Aparecen manchas, arrugas, líneas finas, se pierde colágeno… Son pequeños cambios que tenemos que empezar a abrazar ya que se trata de algo natural. Aun así, existen algunos trucos de maquillaje que pueden ayudarnos a realzar nuestra belleza.
Nuestro cuerpo y nuestra piel sufren cambios, por lo tanto, también debería cambiar nuestra rutina de maquillaje. ¡Sigue leyendo!
Lo primero es lo primero, y un rostro bien hidratado antes de empezar a maquillarse es primordial. Lo suyo es ayudarse de cosmética iluminadora, reafirmante y antiedad. Incluso existen productos que ayudan a mejorar el tono de la tez. Tampoco se debe olvidar la protección solar, que tiene que acompañarnos siempre.
En error muy frecuente es el de escoger una base de maquillaje demasiado cubriente. Una base de este tipo lo único que conseguirá será acentuar las arrugas y las líneas finas. Para ello, lo mejor será optar por bases fluidas y de cobertura media o modulable.
Hay una clara combinación ganadora que ayuda al instante a tener un aspecto más fresco: Maquillaje de cejas + Colorete. Dos de los signos más claros de juventud son unas cejas pobladas y unas mejillas sonrosadas. En este caso, lo mejor es hacerse con unos buenos productos para definir y rellenar las cejas y un colorete que de vida a nuestro rostro.
Tener siempre a mano una buena máscara de pestañas es crucial. Di adiós a los grumos y opta por una máscara que aporte volumen y que alargue tus pestañas con el fin de conseguir una mirada más amplia y que resalte la belleza de los ojos.
En los puntos anteriores hemos mencionado otras zonas del rostro, pero no podemos olvidarnos de los labios. Un gloss, un bálsamo o un labial ligero darán color y jugosidad. Si además, se trata de un producto que aporte hidratación, habremos elegido bien.
¿Y tú, conoces más trucos?