Dior J’ADORE

UNA EXQUISITA GOTA REPLETA DE LUMINOSIDAD Y FRESCURA

J’Adore Eau Lumière de Dior es un “Eau de Toilette” para mujer perteneciente a la familia Floral. Se trata de una nueva incorporación a la saga J’Adore, que, en esta ocasión, mantiene viva la esencia y los valores característicos de esta gran familia, pero se ven teñidos de una luminosidad extrema y una frescura floral exquisita.

Esta fragancia se lanzó en el año 2016 por el perfumista Francois Demachy. Éste, incorpora a la creación el nerolí, una flor blanca repleta de frescor, que se torna protagonista de la esencia, pero a la vez respeta su intensidad. Estamos ante una fuente desbordante de luz y felicidad, un aroma puro y atractivo, que embelesa nuestros sentidos, convirtiéndose en un imprescindible. Un delicado paseo por un jardín repleto de flores, que destaca por su frescura y su delicadeza.

Su pirámide olfativa, inicia con un estallido cítrico, repleto de energía y vitalidad, compuesto por naranja sanguina y limón, elementos refinados, que se posan sobre nuestra piel para abrir paso a un bouquet floral, formado por rosa de Damasco, magnolia, y la nueva incorporación del nerolí, un corazón suave y aterciopelado, una caricia floral que se funde con la calidez y sensualidad de la vainilla y el sándalo, sus notas finales.

ALTERNATIVA MÁS FLORAL. Esta fragancia se convierte en una alternativa más floral que su predecesora, repleta de frescura y con una estela más sutil y moderada.

ALEGRÍA DE VIVIR. Esta fragancia dispone de un alto nivel de felicidad, optimismo y bienestar, nos enseña a disfrutar de los pequeños placeres que nos presenta la vida, en este caso las flores, detalles minúsculos que marcan la diferencia, y que son capaces de transmitirnos con aromas, todo lo que no se puede transmitir en palabras.

FRASCO MÍTICO. El frasco de Eau Lumière, sigue las mismas líneas que los de la familia J’Adore, una elegante gota de agua, cristalina, con un cuello dorado y elegante, que en esta ocasión tiñe su líquido interior de un suave tono rosado, simbolizando su gran transformación floral.